Pamela Kribbe canaliza a María Magdalena
Traducción del inglés por Sandra Gusella
Queridas
hermanas y hermanos, los saludo a todos desde mi corazón. Soy María
Magdalena y no estoy sola: estoy aquí con muchos otros. Hoy hablaremos
acerca del arte de la canalización. Muchos de ustedes desean canalizar
pero se sienten bloqueados por la duda y la ansiedad en cuanto a esto.
Algunos de ustedes ya canalizan pero no se atreven a expresarlo
públicamente. Hoy quisiera ofrecerles una perspectiva diferente sobre la
cuestión de si ustedes pueden o deberían canalizar. Les estoy diciendo
que canalizar no es nuevo para todos ustedes; lo han hecho antes bajo
diferentes nombres en muchas vidas anteriores a esta. ¡No es algo tan
difícil! Abrirse a canalizar para ustedes no tiene que ver con aprender
algo nuevo, se trata de despertar habilidades que son familiares,
incluso innatas para ustedes.
Todos ustedes han estado en este planeta antes y han expresado vuestros dones en la Tierra en vidas anteriores: el don de la intuición, de la canalización, del tercer ojo.
Vuestras vidas pasadas a menudo estuvieron marcadas por esos talentos, y
aún lo están aquí hoy. Cada uno de ustedes está rodeado de
personalidades que alguna vez fueron, quienes de una forma u otra han
escuchado esa voz interior, la voz del alma, y lo pasaron a otras
personas en la Tierra. Fueron un puente entre este mundo y el otro, el
mundo del alma del cual ustedes vienen. Por mucho tiempo éste ha sido
vuestro llamado del alma. Traten de sentir, si pueden, a aquellas
personalidades alrededor de ustedes. Ellos son una parte de vuestra
alma, como un rayo de sol es parte del sol. No la totalidad, sino una
parte inalienable de ella. Tal vez ustedes vean o sientan alrededor de
ustedes alguna de estas figuras de las vidas pasadas. Tómense un momento
para sentirlo, con calma y con claridad.
Canalizar
no es nuevo para ustedes. Ya lo han hecho muchas veces antes, de otras
maneras y de diferentes formas, y era algo familiar que les salía
naturalmente. Yo les pido ahora que hagan contacto con esa forma natural
y familiar de canalizar que ustedes conocieron en vidas anteriores, o
llámenlo “otras vidas” – estas cosas no están tan unidas al tiempo como
ustedes podrían pensar. Permitan que uno de los individuos que alguna
vez fueron se aproxime y fluya a través de ustedes. Tan sólo observen
quién pasa al frente y no lo enfoquen tanto con vuestra cabeza; tan sólo
déjenlo suceder naturalmente desde el sentir. No tienen que ver a
ninguna persona, simplemente siéntanla. Y a veces lleva tiempo hasta que
logran sentir algo. Esta mujer o este hombre, a quien sienten cerca de
ustedes y quien es parte de vuestra alma, ahora quiere darles algo.
Las
vidas anteriores son como todas las vidas, una mezcla de lo bello y de
lo no tan bello: de luz y de oscuridad; del bien y del mal, si así lo
quieren. Esa persona, quien ahora está con ustedes, viene a darles
vuestra Luz, y la hermosa parte fluida de él o ella que sintió una
conexión y formó un puente con el otro mundo desde el cual canalizaron
amor, incentivo y esperanza a las personas que los rodeaban. Recuerden
esta conexión, no a través de vuestra mente, sino a través de vuestras
células y de vuestros sentimientos. Capten otra vez un sentir de cómo
era ese puente con el otro mundo.
Permítanse
a sí mismos ser ayudados en este proceso considerando a la otra persona
de aquella otra vida como vuestro guía. Imaginen un tiempo en que
canalizar iba bien y fueron capaces de compartir el flujo de vuestra
alma con los demás. No tienen que imaginar los detalles de lo que
sucedió. Se trata del flujo y de lo seguro que es, y también de su
familiaridad y de lo evidente que es. De hecho, ninguno de ustedes tiene
que aprender a canalizar, porque canalizar es algo que ustedes ya
pueden hacer. La clave es restablecer la forma en que se hace:
reconectar con esa parte de ustedes que lo hace tan fácilmente. Aunque
existen miedos y dolores acumulados en ustedes que son resistentes,
recordándose cuán fácilmente la canalización solía fluir, remueven algo
de esa resistencia.
Ahora
ha llegado el momento en el que realmente hay una oportunidad en la
Tierra para lo que ustedes tienen para dar. Hay personas esperando que
esa energía fluya a través de ustedes y a través de vuestras hermanas y
hermanos trabajadores de la luz – ¡el mundo está esperándolos! Cuando en
vidas pasadas, y en épocas anteriores, a menudo ustedes tenían que ser
muy circunspectos y operar casi subrepticiamente y en secreto, ahora hay
una necesidad, una oportunidad y una apertura a recibir vuestros dones.
El poder femenino del ojo interno y el de la intuición son bienvenidos
una vez más – y eso en realidad es una atenuación. ¡No sólo son
bienvenidos, son desesperadamente necesarios! La humanidad está en
peligro; hay una crisis en todo el mundo: una crisis económica así
también como medioambiental. Se trata de una profunda crisis en la que
nos preguntamos, “¿cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con
nuestro mundo en la Tierra?” Toda la base de cómo se relacionarán con
ustedes mismos y con “el otro” en el futuro, gira en torno a esta
cuestión.
Hay personas atrapadas en miedos, en luchas, en ilusiones.
Las personas se han perdido, y hay una profunda soledad en los
corazones de los seres humanos. Desde esa soledad surge una desesperada
búsqueda de un faro fuera de ustedes mismos a que agarrarse. Pero la luz
guía no está fuera de ustedes, y no la encontrarán en otra persona o en
una institución u organización. En esta época, se hace evidente de que
no hay certezas que se encuentren fuera de ustedes: ni en una casa, ni
siquiera en una relación personal o en un círculo de amigos. Ustedes son
llevados cada vez más profundamente adentro por todo lo que sucede en
el exterior, y esto para muchas personas puede ser muy atemorizante.
Ustedes lo sintieron recién en vuestra meditación cuando se conectaron
con la energía colectiva (antes de la canalización, Gerrit ofreció una
meditación guiada al grupo). Ustedes observaron el miedo y el estrés que
muchas personas están experimentando ahora.
¿Cuál es vuestro rol en todo esto: vuestra tarea, vuestro camino?
La respuesta yace en vuestra realidad interior. Siempre se trata de
permanecer cerca de ustedes mismos, porque saben que el “camino” se
encuentra adentro. Ustedes ya están familiarizados con este mundo
interno, con la paz y con la calma que pueden encontrar ahí. Por esta
razón, en este momento ustedes van a ser guías o maestros para los demás
y lo harán en el sentido más libre y bondadoso de la palabra. No como
aquellos que son líderes en el sentido tradicional, sino siendo un
ejemplo viviente de cómo hacer una profunda conexión dentro de ustedes
mismos, con lo que trasciende la vida terrenal, con lo que trasciende
las certezas externas, y con lo que es independiente de esto – una
conexión con vuestra alma. Irradiar esta conexión a los demás es en
esencia vuestra misión de vida. Los lleva directamente al núcleo de
quienes son, y de este modo también tocan a los demás y los invitan a
hacer lo mismo.
Diríjanse
nuevamente hacia aquél pequeño círculo de las personalidades de vidas
pasadas a vuestro alrededor, quienes son parte de ustedes. Comparten con
ellos rasgos y cualidades, sin embargo ellos vivieron en épocas y en
entornos muy diferentes; pero en esencia, es el mismo corazón. Díganle a
aquellos que han tenido que operar en la oscuridad y en secreto que el
camino ahora está abierto: “ahora yo puedo revelar todas las cualidades
que tú has desarrollado en el pasado; ahora puedo irradiar mi propia
Luz; soy bien recibido en la Tierra.” En algunas de esas personalidades
pueden sentir que hay recuerdos dolorosos de no ser aceptado, de ser
condenado por lo que fueron, y de no haber habido oportunidad de
compartir la realidad que tenían para dar. Ahora es el momento de sanar
aquel viejo dolor. Debe ser visto, recordado y honrado, de modo que
pueda ser liberado para que pueda dar lugar a un nuevo trabajo, a una
nueva luz, a un modo de ser ustedes mismos sin esfuerzo.
Estas
viejas personalidades pueden hacerles recordar vuestros talentos,
vuestras conexiones naturales, vuestra alma. Ése es su regalo para
ustedes: cualidades que alguna vez ustedes han desarrollado e
incrementado muy cuidadosamente en otros tiempos, a través de la
experiencia, de la práctica y del entrenamiento. Pero ustedes también
tienen un don para eso en recompensa. Díganle que ahora pueden soltar
sus viejas cargas y que pueden liberar el sentimiento de no ser
aceptado, aquel dolor del pasado. No sentirse aceptado y no vivir lo que
era natural para ustedes fue muy doloroso. Aun así vuestra sabiduría ha
crecido debido a esas experiencias; vuestra comprensión de la
naturaleza humana y de la luz y la oscuridad. Acepten este pasado y
dejen libre a aquellas viejas vidas, nunca más atadas a viejos dolores o
traumas, déjenles seguir su camino. Tomen en vuestro corazón lo que es
sabio y hermoso con respecto a ellos. Agradézcanle por eso – ¡realmente
háganlo desde el corazón! Agradézcanle por los dones que ellos les están
dejando y luego suéltenlos para que sean libres, de modo que finalmente
pongan a descansar su dolorosa conexión con la Tierra. Así el pasado es
sanado.
Todo
lo que es bueno y durable del pasado permanece con ustedes; no se
pierde aunque por mucho tiempo ha estado rodeado de dolor, de
incertidumbre, de miedo y de frustración. Ustedes pueden liberarlo y
traer un diamante de aquel pasado. Es en esta vida que este diamante
puede brillar e irradiar al mundo y darles felicidad, la felicidad de
simplemente ser ustedes mismos y de no tener que esconderse más. Ésa es
la clave para todo. Si pueden experimentar este hermoso diamante en
ustedes mismos, luego todo lo demás en vuestra vida sucede casi por sí
mismo. Atraen relaciones, medios de vida y ambientes de trabajo que
pertenecen al diamante. Sientan en ustedes la presencia de esta
brillante energía. Tanta fuerza y sabiduría arropadas en ustedes por
tantos siglos y las tantas personas que han sido. Sientan la
profundidad, el misterio y la maravilla de esto. Tengan respeto por
quienes han sido y dejen de mirarlos debajo de ustedes con desdén y
crítica.
Sientan como son un canal, aquí y ahora; sientan el diamante que son.
Tan sólo observen ese espacio dentro de vuestro cuerpo donde pueden
sentir esta joya y permitan que su radiante energía fluya a través de
todo vuestro cuerpo de modo que sean bañados por su Luz. Yo estoy aquí
como vuestro semejante; no soy una maestra por encima de ustedes. Soy
exactamente como ustedes y por lo tanto me siento muy cercana a ustedes,
igual a ustedes en mi corazón. Cuando tienen dudas, las cuales surgen
fácilmente en la realidad de los seres humanos, estoy con ustedes para
atraer vuestra fuerza y recordarles quienes son; para convocarlos a que
realmente crean en ustedes mismos, y para que estén en contacto con el
deslumbrante diamante que ustedes ya son, aquí y ahora.
© Pamela Kribbe